A estas alturas, no existe persona en la faz de la tierra que no haya oído hablar de la serie “El juego del calamar”. Esta ficción se mira al espejo y ve proyectada la palabra éxito. Sus datos de audiencia arrolladores han roto todas las expectativas puestas en su estreno y, de paso, reflejan el gran número de seguidores que ha conseguido captar y enganchar desde los más mayores a los más pequeños de la casa. El fenómeno fan se ha desatado y son imparables con las imitaciones, versiones y opiniones que vemos tanto en la vida real como en la virtual.
La violencia en estado puro es la clave del éxito y la controversia de la ficción
No obstante, si has conseguido mantenerte ajeno a su repercusión, no te preocupes, aquí te contamos brevemente de qué va la serie y la problemática que se ha generado a su alrededor.
Algunas personas con problemas económicos aceptan participar en juegos infantiles donde sólo puede haber un ganador que se llevará una sustanciosa cantidad de dinero. Si bien, la peculiaridad de estos juegos es que si te eliminan, literalmente, acaban con tu vida -o te proclamas ganador o mueres-. Pese a su contenido violento, donde la sangre es su principal protagonista, ha tenido una gran aceptación entre el gran público y, preocupa, en especial, el efecto producido en los más jóvenes pues, en algunos casos, están imitando las pruebas y simulando sus consecuencias en el patio del colegio, ya sea fingiendo matar a los eliminados o agrediendo o pegando a los que pierden. En este contexto, la duda que asalta es si debemos preocuparnos por esta situación. Debemos partir de que no todo el blanco o negro, es necesario ir más allá de un sí o un no rotundo, por lo que te invitamos a reflexionar con nosotros.
Los menores imitan los juegos de la serie. ¿Se convertirán en pequeños agresores en serie? ¿La violencia vivirá en ellos después que la vean?
1.#stopdramas: los papás nos ponemos lo suficientemente “intensos” para sacar el drama que tenemos en nuestro interior en el momento en que creemos que acecha algún “mal” sobre nuestros retoños y vemos su futuro oscuro, peligroso y tenebroso. Ahora bien, si hacemos un repaso de nuestra infancia, ¿quién no ha imitado a los luchadores de Pressing Catch o ha jugado a imitar una guerra? Todos -confieso que fui y soy fan de Hulk Hogan-y, no por ello, nos hemos vuelto más violentos o nos hemos convertidos en asesinos en potencia. Existe un factor clave para diferenciar la realidad de un juego o ficción que es la educación.
2.#educación: la serie está recomendada a mayores de 16 años, de modo que, si no está aconsejada para los menores de esta edad, los papás deberían impedir que la vieran.
3.#máseducación: no obstante, pese a que los papás impidan que los menores de 16 años la vean, es cierto que, debido a su popularidad está accesible en todos los sitios. Si no acceden directamente a ella, pueden ver ciertas secuencias o alguien se las puede hacer llegar. En estos casos, cuando sabemos que es posible que la vean, lo más recomendable es que los papás les expliquen varios puntos. En primer lugar, que es una ficción y, en segundo lugar, que sus actos pueden tener consecuencias en los casos en que jueguen agrediendo a sus compañeros cuando pierdan como por ejemplo dándole alguna patada a los eliminados.
Amigos, si alguno recibís una tarjeta con un triángulo, un círculo y un cuadrado, por favor, contádmelo.
Dra. Mireia Company Alcañiz
