Comienza la cuenta atrás para la vacunación de los más pequeños. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha aprobado la administración de la vacuna para los niños entre 5 y 11 años. Si bien, la campaña de vacunación no empezará de manera inmediata pues aun queda un largo recorrido hasta que llegue el visto bueno de las autoridades sanitarias españolas.
En este contexto, uno de los problemas que puede surgir es la desavenencia entre los progenitores a la hora de inmunizar a los menores frente al coronavirus.
¿Y si los progenitores no se ponen de acuerdo?
En España ya contamos con algún antecedente judicial sobre este asunto. Era cuestión de tiempo que llegara algún caso relacionado con esta “problemática” a los juzgados y, finalmente, así ha ocurrido. Ya se ha dictado la primera sentencia en la que el juzgado de primera instancia de Barcelona da la razón a la madre que era favorable a la inmunización de sus dos hijos, tal y como ha avanzado el diario ARA.
La jueza tomó la decisión después de escuchar los argumentos de ambos progenitores, examinar la documentación aportada, de valorar la opinión los dos hijos adolescentes de 15 y 16 años y, siempre velando por el interés de los menores. De hecho, la resolución no está basada en “vacuna sí” o “vacuna no” ya que no autoriza la administración de la vacuna en sí, sino que, al contrario, después de valorar los aspectos citados, considera que lo más apropiado en beneficio de los menores es que la decisión la adopte su madre.
La decisión no consiste en “vacuna sí” o “vacuna no”.
En caso de discrepancia, se atiende al interés y bienestar superior del menor.
Según el Auto, el padre no estaba de acuerdo con la administración de las vacunas a sus hijos tanto por los efectos adversos que pudieran derivarse de las mismas como por la “incertidumbre” sobre su eficacia. Ni tan siquiera era favorable a realizarles la prueba PCR. Su posición estaba basada simplemente en “la información que parece haber recogido a través de internet y las redes sociales”. Incluso, cuando la jueza les preguntó a los menores, ellos le trasladaron que no querían vacunarse puesto que hacía meses que su padre estaba documentándose sobre los efectos perniciosos derivados de la vacuna, aunque, no supieron detallar cuáles eran.
Por lo tanto, los menores podrán hacerse la PCR y vacunarse, si bien, en el caso del hijo mayor que tiene 16 años, será él quien decida sobre su administración ya que la ley faculta a los menores de edades comprendidas entre 16 y 18 años a que tengan la última palabra.
Dra. Mireia Company Alcañiz